lunes, 14 de mayo de 2012

La Animita


La Animita
Autor : Oreste Plath
Cantidad de páginas 363
Editorial Fondo de Cultura Economica
Precio $ 15.500

Resumen

A una compañera de la universidad se le murió una hija. Fue en un accidente de tránsito, brutal y sinsentido, porque aunque sea un lugar común no es natural que un hijo se vaya primero que sus padres. Ella contaba cómo se vive de nuevo después de un horror así, y comentaba que hoy, en el lugar donde murió su hija, los vecinos levantaron una animita.

No fueron ellos, sus padres, sus hermanos, su familia, los que lo hicieron, sino los vecinos del sector y hoy se encomiendan a ella para sus demandas sociales. ¿Es este espontáneo tributo póstumo un consuelo para los deudos? ¿Son las animitas algo propio de Chile? ¿Cómo nacen? ¿Qué significan?

Justo hoy se presenta la reedición del libro “L´Animita”, que es la séptima obra de Oreste Plath, el folclorólogo más famoso de Chile, quien la publicó por primera vez hace 19 años, tres antes de su muerte producida en 1996. “L’Animita” aparece mejorada y aumentada por Karen P. Müller Turina, la hija del estudioso, quien incorpora nuevas animitas, como la de La Panchita, la niña que fue violada, asesinada y arrojada al mar en un saco por un vecino en los cerros de Valparaíso el año 2003.

La animita, como su nombre lo indica, hace referencia al ánima o al alma de una persona, y así llama el pueblo al hito que levanta en el sitio donde alguien sufrió “una mala muerte”. El signo de una cruz, velas, flores, fotos y diversos e insólitos objetos, señalan el lugar donde un alma fue violentamente arrebatada de su cuerpo. Allí acuden los fervientes a suplicar milagros, y a agradecer los favores concedidos, lo que expresan por medio de cartas, placas y todo tipo de recuerdos. En esta obra se ha intentado explicar de la manera más completa la historia de cada animita. Son variadas las versiones detrás de cada una por lo tanto para ser lo más fidedignos se han obtenido certificados de nacimiento, de defunción y de matrimonio, cuando ello ha sido posible.

Para dar una idea: “Una pequeña niña aparece degollada en el Parque Cousiño, al pie de un árbol, frente a la calle Antofagasta, entre avenida Beaucheff y la tribuna de la elipse. El cuerpo de la víctima presentaba heridas profundas en la región del cuello inferidas con arma blanca. La cabeza se encontraba casi por completo separada del cuerpo. Era Marinita, de 3 años, a quien se buscaba a raíz de la denuncia de desaparecimiento presentada a la comisaria por su padrastro Pedro Segundo Castro San Martín”, escribe Oreste a propósito de un hecho ocurrido en 1945.

Hoy, al pie de un frondoso olmo, cuelgan juguetes, cascabeles, muñecas, zapatitos, en señal de agradecimiento por el favor concedido por la Marinita, niña que el fervor popular ha elevado a la categoría de “santa”, y que murió a manos de su padrastro.

La de la Marinita es una de las animitas más conocidas de Santiago, pero no es la única ni será la última.

No hay comentarios:

Publicar un comentario